7 claves para conducir con lluvia

Conducir con lluvia requiere de una mayor atención y concentración al volante, una conducción más delicada y un extra de precaución si no queremos llevarnos ningún susto y mantener nuestra seguridad y la del resto de conductores.

El asfalto se vuelve deslizante no sólo cuando llueve mucho y hay riesgo del temido aquaplaning, sino también cuando caen unas pocas gotas de lluvia, debido a que la suciedad y el polvo que se acumula en la carretera pueden también suponer un peligro cuando se mezclan con el agua al hacer que patine el coche.

Por eso, para reducir el riesgo de accidentes con el coche, hemos hecho esta lista con las 7 claves para conducir con seguridad en un día de lluvia:

1.    Siempre visibles: ten en cuenta que cuando llueve se reduce la visibilidad al volante. Por eso es importante que lleves las luces de tu vehículo encendidas para que te vean mejor el resto de conductores. Si la lluvia es muy intensa, también es recomendable encender la luz antiniebla trasera. Y muy importante: señaliza cada movimiento o cambio de carril con los intermitentes.

2.    Ve despacio: no sólo tienes que ir más atento al volante cuando llueve, también debes reducir tu velocidad. De esta forma tendrás mayor tiempo de reacción ante cualquier imprevisto. Si tiene que pasar sobre una balsa de agua, reduce la velocidad y agarra bien el volante, sin frenar durante el charco y sin frenar para que las ruedas no deslicen.

3.    Más distancia de seguridad: No sólo evitaremos colisionar en caso de frenazos bruscos, sino que nos salvaríamos del agua y barro que despiden hacia atrás las ruedas del coche que llevemos delante. Tendremos una mejor visibilidad y mayor distancia de seguridad en caso de frenada.

4.    Llevar el coche a punto: Es importante revisar a menudo el estado de nuestro vehículo para evitar imprevistos en días de lluvia. Comprueba el estado de los limpiaparabrisas, de los neumáticos y de las luces.

5.    Cuidado con las marcas viales pintada en el asfalto: La pintura blanca de la calzada como la que delimita los carriles o señala algún paso de cebra o mediana suelen ser muy resbaladizas cuando llueve. Muchos motoristas han tenido alguna que otra caída por culpa de estas señales en días en los que el asfalto está mojado, por lo que también pueden suponer un peligro yendo en coche ya que las ruedas tienen menos agarre en estas zonas. Ve despacio y aumenta la precaución.

6.    Evita los frenazos bruscos: Aunque tú mantengas una distancia de seguridad razonable con el vehículo de delante, puede que detrás de ti haya un coche que no lo haga. Por eso es importante mantener una conducción suave y segura, sin dar frenazos fuertes. Piensa también que, con los frenos mojados, la distancia de frenado aumenta y que se pueden llegar a bloquear las ruedas y a hacer que resbalen. Anticipa la frenada y haz maniobras suaves.

7.    Que no se empañen los cristales: Enciende el aire acondicionado o la función de desempañado de tu coche y dirígelo hacia los cristales. De esta forma evitará que se empañen y que tengas una visibilidad reducida. En ningún caso deberías frotarlo con un trapo o un papel. Lo mejor es dirigir el aire caliente al cristal poniendo la calefacción y el ventilador al máximo.

Ten en cuenta estas claves y, cuida también tu tensión al volante: conducir con lluvia puede hacer que no pongamos más nerviosos y que vayamos más tensos al volante. Si notas que te pasa esto, reduce el tiempo entre parada y parada en los viajes largos, descansa y relájate antes de continuar.