No importa que haga calor o frío, si te vas de viaje con el coche, es importante revisarlo antes de salir. Disfruta, relájare y recarga las pilas, pero antes, esto es lo que debes revisar en tu vehículo antes de ese merecido descanso:
Niveles de líquidos
Es fundamental comprobar la cantidad y calidad del aceite. En el motor, una varilla con dos rayas o puntos nos muestra los niveles mínimo y máximo. También es importante comprobar cuándo fue la última vez que se renovó, y proceder a un cambio de aceite si se ha excedido el límite marcado por el fabricante del vehículo. Aunque parezca menor, otro líquido a tener en cuenta es el limpiaparabrisas, muy utilizado durante los secos meses de verano, en los que los cristales de llenan de polvo y arena.
Aire acondicionado y filtros
En verano, utilizamos más la refrigeración del vehículo. Para asegurar su potencia, es recomendable hacer una recarga del gas del aire acondicionado cada dos años. Algo que hará que aumente la calidad del aire que respiramos mientras viajamos es revisar, y sustituir si es necesario, los filtros del aire del motor y del polen, situados en el habitáculo. Te quedarás sorprendido al ver la cantidad de suciedad que pueden acumular los viejos filtros.
Neumáticos
Los neumáticos son el único punto de contacto de nuestro coche con el suelo, por eso su mantenimiento es de vital importancia. Unos neumáticos en buen estado, sin deformaciones y con un dibujo no desgastado son imprescindibles para garantizar un buen agarre a la carretera y aumentan la seguridad y el confort del vehículo. Además, es bueno controlar la presión de las ruedas al menos una vez al mes y seguir las recomendaciones del fabricante sobre la cantidad de aire óptima que deben contener.
Iluminación
Aunque en verano los días son más largos y seguramente utilizaremos menos las luces, no hay que descuidar el reglaje de los faros. Además de alumbrar mejor la vía por la que circulemos, evitaremos deslumbrar a los coches que tenemos delante de nosotros, evitando un peligro potencial. Con el paso del tiempo, los faros tienden a desajustar su posición. Algo que se puede corregir rápidamente en el taller con un regloscopio.
Frenos
Si hay un elemento que aporta seguridad en carretera, ése es indiscutiblemente el freno. Su estado de conservación puede marcar la diferencia entre un susto y un grave accidente. Por eso, se recomienda controlar el estado de las pastillas de freno y las zapatas cada 10.000 kilómetros. Los discos de freno también deben comprobarse cada vez que se cambien las pastillas. Además de esto, cada vez que se revise el vehículo habrá que comprobar la calidad y el nivel del líquido de frenos.
Amortiguadores
Tampoco podemos olvidar la revisión de los amortiguadores, un elemento crucial para la estabilidad y la seguridad del vehículo. Los fabricantes recomiendan verificar su estado cada 20.000 kilómetros o una vez al año. Hay síntomas como los pequeños derrapes en las curvas, la excesiva sensibilidad a los baches o a los badenes de la vía o unos neumáticos desgastados irregularmente que nos pueden alertar del mal estado de la amortiguación.
Elijas el destino que elijas, si tienes en cuenta estos consejos a la hora de llevar tu coche al taller, estarás viajando con la mayor seguridad. Si además quieres evitar atascos y ganar tiempo, sin colas ni esperas innecesarias, ya lo sabes, no olvides tu Via-T de Bip&Drive, ¡y a disfrutar del viaje!
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